viernes, 29 de junio de 2018

Reinita


Esto es un revoltijo de sentimientos; por un lado, estoy muy contento por ti, porque ese viaje es lo que siempre has querido, porque siempre se te notaba esa carita de felicidad cada vez que aprendías algo nuevo en las clases de conducción para no matar a esos niños cuando los lleves al colegio, porque le has metido empeño a esto, y porque aprenderás de lleno un idioma que será nuestro sustento diario. De verdad, desde el fondo de mi corazón, te deseo lo mejor, que aprendas mucho y que disfrutes cada día de ese eterno año que pasarás allá, que todo se guarde en tu memoria como los recuerdos de una de las mejores decisiones que has podido tomar en la vida.

Pero como todo lo bueno en la vida, como todo lo lindo que hay en este baile, todo tiene un lado un poco más oscuro, un lado no tan feliz, no tan sonriente; en este lado no hay polas, no juegan la verdad o se atreve, no hay ese olor a Popper que nos pone gatos cuando suena “que todo que todo que todo que todo Papapapapapa” jajajaja; no hay más salidas al Lleras, no hay más araganeadas, no habrán más salidas de cacería, aquí simplemente ya no hay nada. Eras mi manager, la que me recomendaba, la que me daba como la mejor opción, la primera sugerencia a toda amiga tuya que osara disponer de mis servicios, tú eras la proxeneta y yo fui tu caballero de compañía, el hombre que muchas veces te sacaba una sonrisa sin decir una sola palabra, porque me conoces tanto que ya sabes cuando voy a decir una estupidez, predices mis movimientos, y cómo no hacerlo si casi que pensamos igual.  

Éramos un equipo en el que el uno sin el otro la pasaba bien, pero los dos juntos éramos imparables, la rompíamos siempre; cada fiesta; cada party; cada canción; todo era algo totalmente nuevo si estabas tú rodando por ahí; me hacías tu pasito de baile, yo te hacía el mío; me decías cómo vestirme a veces cuando estaba indeciso, yo te decía con cuál blusa te veías más rica, éramos como Batman y Robin, sólo que ambos éramos Batman.

Pero ahora las cosas cambiarán drásticamente a partir hoy, estoy consciente de que ya sólo nos queda una fiesta, una batalla más, el último blunt, la última pola, la última maricada que nos haga estallar de la risa. No me alcanzo a imaginar cómo serán las clases sin ti, los huecos, cuando ya no quede nada más de que hablar, ya no estará Marlon con sus güevonadas, porque estarás en otro lado haciendo reír a otros, llenando otros lugares con tu luz, con tu energía, con tus vibras, porque para mí son las mejores, creo que cualquier persona en este mundo necesitaría una Melissa a su lado, para ver la vida diferente, un poco más “cacorra güevón”.  Haces parte de mis mejores amigos, sí, una mujer es la cuna de todos mis deseos, de todas mis inseguridades, gustos,   antojitos con culito grande que veo por ahí, o que tú me presentas, porque sabes todo de mi reinita, me conoces bien, menos la cola porque no me la quisiste ver allá en San jerónimo Jajajajajajajjaa “Meli véala pues, muévale “ jajajajaa Ay ome.

Me siento orgulloso de ti, y quiero que sepas que aquí estaré esperando para beber todo lo que no bebimos, bailar todo lo que no bailamos, reírnos todo lo la vida no nos dejó reír. Te irás siendo mi mejor amiga y llegarás a ocupar el mismo puesto, nada de esas hptas de tercer semestre, vendida hpta Jajajajaja. Haz que todo esto valga la pena que yo voy a hacer lo mismo, aquí estaré. Te amo reinita.