viernes, 29 de junio de 2018

Reinita


Esto es un revoltijo de sentimientos; por un lado, estoy muy contento por ti, porque ese viaje es lo que siempre has querido, porque siempre se te notaba esa carita de felicidad cada vez que aprendías algo nuevo en las clases de conducción para no matar a esos niños cuando los lleves al colegio, porque le has metido empeño a esto, y porque aprenderás de lleno un idioma que será nuestro sustento diario. De verdad, desde el fondo de mi corazón, te deseo lo mejor, que aprendas mucho y que disfrutes cada día de ese eterno año que pasarás allá, que todo se guarde en tu memoria como los recuerdos de una de las mejores decisiones que has podido tomar en la vida.

Pero como todo lo bueno en la vida, como todo lo lindo que hay en este baile, todo tiene un lado un poco más oscuro, un lado no tan feliz, no tan sonriente; en este lado no hay polas, no juegan la verdad o se atreve, no hay ese olor a Popper que nos pone gatos cuando suena “que todo que todo que todo que todo Papapapapapa” jajajaja; no hay más salidas al Lleras, no hay más araganeadas, no habrán más salidas de cacería, aquí simplemente ya no hay nada. Eras mi manager, la que me recomendaba, la que me daba como la mejor opción, la primera sugerencia a toda amiga tuya que osara disponer de mis servicios, tú eras la proxeneta y yo fui tu caballero de compañía, el hombre que muchas veces te sacaba una sonrisa sin decir una sola palabra, porque me conoces tanto que ya sabes cuando voy a decir una estupidez, predices mis movimientos, y cómo no hacerlo si casi que pensamos igual.  

Éramos un equipo en el que el uno sin el otro la pasaba bien, pero los dos juntos éramos imparables, la rompíamos siempre; cada fiesta; cada party; cada canción; todo era algo totalmente nuevo si estabas tú rodando por ahí; me hacías tu pasito de baile, yo te hacía el mío; me decías cómo vestirme a veces cuando estaba indeciso, yo te decía con cuál blusa te veías más rica, éramos como Batman y Robin, sólo que ambos éramos Batman.

Pero ahora las cosas cambiarán drásticamente a partir hoy, estoy consciente de que ya sólo nos queda una fiesta, una batalla más, el último blunt, la última pola, la última maricada que nos haga estallar de la risa. No me alcanzo a imaginar cómo serán las clases sin ti, los huecos, cuando ya no quede nada más de que hablar, ya no estará Marlon con sus güevonadas, porque estarás en otro lado haciendo reír a otros, llenando otros lugares con tu luz, con tu energía, con tus vibras, porque para mí son las mejores, creo que cualquier persona en este mundo necesitaría una Melissa a su lado, para ver la vida diferente, un poco más “cacorra güevón”.  Haces parte de mis mejores amigos, sí, una mujer es la cuna de todos mis deseos, de todas mis inseguridades, gustos,   antojitos con culito grande que veo por ahí, o que tú me presentas, porque sabes todo de mi reinita, me conoces bien, menos la cola porque no me la quisiste ver allá en San jerónimo Jajajajajajajjaa “Meli véala pues, muévale “ jajajajaa Ay ome.

Me siento orgulloso de ti, y quiero que sepas que aquí estaré esperando para beber todo lo que no bebimos, bailar todo lo que no bailamos, reírnos todo lo la vida no nos dejó reír. Te irás siendo mi mejor amiga y llegarás a ocupar el mismo puesto, nada de esas hptas de tercer semestre, vendida hpta Jajajajaja. Haz que todo esto valga la pena que yo voy a hacer lo mismo, aquí estaré. Te amo reinita.

lunes, 14 de mayo de 2018

Destino


Qué difícil es encontrarle una definición a esta palabra, unos la definen como un estado emocional, como una meta, un límite, otros dicen que  es lo contrario a una meta, que es un proceso, el recorrido, el viaje para cumplir dicho objetivo; hay muchas versiones pero es la misma palabra. Hay quien dice que el destino ya está escrito, y Hollywood nos lo vende de esta manera; Destino final 1, Destino final 2; Destino Final 3; Destino Final 4; y creo que ya van por la 5 o por la 6, la verdad no sé. Pero el punto, es que para mí, esos sueños que nos trazamos desde pequeños; cantantes; futbolistas; actrices; astronautas; científicos; esos sueños utópicos que sólo realizamos en la computadora o jugando  vídeo juegos, esas personas que veíamos por televisión y decíamos, “qué chimba” sería poder ser como ella o como él, pero ojo, que no sea por dinero, esto del tema del destino es como el Karate, si lo usas con los fines equivocados, las cosas te pueden salir mal, sólo lo debes utilizar para hacer el bien, hacerte el bien a ti mismo y a los demás, en pocas palabras, para ser feliz  y hacer feliz  a todo aquel que le guste lo que haces.

Jim Carrey ya lo dijo una vez, “Espero que todos puedan volverse ricos y famosos y tener todo lo que soñaron, para que se den cuenta de que esa no es la respuesta”, no lo hagas por lo que lo hacen la mayoría, por eso la mayoría fracasa, porque cuando van hasta el final del arcoíris, y descubren que el tesoro ya se lo han llevado, desisten, se rinden y nunca insisten, porque simplemente no era lo que esperaban. En realidad, cuando verdaderamente amas algo, no esperas que las cosas sean de una manera determinada; usted encuentra las cosas ubicadas donde deben estar, es tu trabajo acomodar todo para poder estar tranquilo, para poder ser feliz.

Tal vez por el afán de mi mamá para que yo entrara a producir desde muy joven fue por lo que yo entré a esta carrera, obvio escogí algo que fuera a fin a mis gustos, y de verdad me gusta estar aquí, pero no creo que este sea mi destino, tal vez yo debía pasar por aquí para saber que mi camino era por allá, todos estos  años educándome con unos grandes profesores y aprendiendo de los mejores compañeros, me han ayudado a descubrir pasiones que antes tenía, pero que no trabajaba mucho; ahora tengo los mismo sueños que tuve de niño cuando escuchaba música o veía a cantantes en la tele, no quiero ser cantante precisamente, nunca me ha gustado tener el protagonismo de las cosas, cuando veía los Power Rangers nunca escogía ser el rojo, siempre me gustaba escoger cualquier otro que fuera importante y ayudara, pero que no se llevara todos los créditos; cuando juego fútbol me siento más cómodo metiendo los pases, que metiendo los goles; cuando hay un trabajo, me gusta que otro lleve el liderazgo y orden de las cosas, y obvio, yo aportar a lo que sea que se esté haciendo.

 El fútbol y la música han sido las dos corrientes que más han movido mi vida, ya con el fútbol me resigné a vivirlo como un hincha, como un espectador, pero con la segunda no estaré dispuesto a ceder; mis amigos me dan felicidad, y creo que tengo a los mejores; el fútbol me da felicidad, y soy hincha de nacional; mi familia me daba felicidad pero se está desintegrando por temas de dinero, herencias y maricadas que cada que las hablan me pongo los audífonos, 100 de volumen y me parcho, sin embargo tengo a mi mamá y a mis hermanas que aunque a veces me cobren las cosas, están ahí para ayudarme; tengo  a mi novia que también me da felicidad y dolor de cabeza; y por último, tengo a la música, mi fiel compañera, a la que nunca dejo, y esta sí que me ha dado felicidad, consuelo y tristeza; y creo que es mi turno de retribuir todo lo que me han dado, es mi turno de hacer algo por la música, porque ya ella ha hecho  mucho por mi. 

domingo, 6 de mayo de 2018

Calles de Medellín


Qué bonito es Medellín ¿no les parece?, Cada vez está más lleno de turistas, la gente de todo el mundo sabe quiénes somos, en dónde estamos ubicados y a qué hemos venido; nuestro sistema de transporte es un orgullo y es un emblema nacional, a pesar de que en hora pico todo se convierte casi que en una proeza si del transporte público se trata, el olor de más de 50 paisas en menos de 4 metros cuadrados, aprisionándote contra lo que sea que te estés apoyando, eso no nos genera ese sentido de pertenencia que debemos tener, y es comprensible sentir odio, aunque cada vez que el metro no funciona, nos sentimos perdidos, abandonados, desorientados, sin brújula, y si el metro no está abierto, ahora ¿quién podrá defendernos?

 La ciudad está cambiando ante nuestros ojos, las calles de Medellín son diferentes, están más parchadas, ahora hay murales en paredes donde sólo había muerte, temor de un atraco, asesinato, violación, cualquier cosa que tenga que ser en contra de tu voluntad e implique sangre y mucho dolor. Aunque por ese lado, todo es muy bello y muy bonito; el parque Lleras se convirtió en el icono para mostrarle al  mundo, porque ahora  hay más extranjeros que gente de aquí, es más utilizado el inglés que el parlache; literal uno no se va  a hacer diligencias al sur, sino que uno se va a pasear al sur, uno hace intercambio para el parque de Envigado o para el Lleras, eso es casi que otro país, otra imagen que no refleja la verdadera Medellín,    —oohh, Medellín ser una chimba— dicen los gringos, mientras caminan en chanclas, con unos mochos puestos, un sombrero blanco, una camisilla, una corona en la mano, y en la otra una hamburguesa de Burger King, así hasta Haití es un paraíso, un hotel 5 estrellas, uno crea su propio concepto de ciudad; por ahí dicen que la vida no es color de rosas, pero si tienes dinero, la puedes pintar de todos los colores como los murales de la comuna 13, o como las casas que adornan y le hacen calle de honor al tranvía.

Claramente en la ciudad hay una enorme brecha, hay una división, hay un blanco resplandeciente y un negro que te embarga de tristeza, de soledad, un negro tan negro como las plumas de un cuervo, tan negro como un agujero; aquí en el valle de Aburrá hay dos caras, hay dos valles con un Aburrá en común, distan totalmente una de la otra; son como el agua y aceite; izquierda y derecha; Messi y Cristiano, Petro y el hijueputa de Duque; es un abismo que sólo unos cuantos perciben, una frontera invisible  que no está marcada por una línea, por una casa, o por un poste como son comúnmente delimitadas en los barrios, cruzar esta frontera no te mata, no te hace recibir un disparo, no te hace cambiar de bando, de equipo, simplemente, te muestra una realidad que es muy diferente al concepto de “chimba”  que tienen los gringos sobre nuestra salvaje Medellín.

La vida en el sur es demasiado bonita, demasiado lujosa, las urbanizaciones, los coches de lujo que  se parquean por toda la 10, la gente en los bares y discotecas consumiendo los más caros licores. Es toda una vida marcada por el dinero, por el estatus, lugares dignos de mostrar por tus redes sociales, lugares dignos de ser el escenario de un gran recuerdo, que el protagonista no seas tú, sino donde usted estaba, la discoteca donde te emborrachaste, la tienda donde  compraste la ropa, el restaurante donde almorzaste la otra vez; no es la misma pola  si te la tomas en el poblado; allí cambia, no importa que sea la misma cerveza, el precio es diferente a pesar de que el precio sugerido sea 1.500 pesos.
Si bien inicié este escrito hablando de lo lindo que es Medellín, y de lo útil que es el metro, este nos ayudará para hacer el contraste, la contraparte, la antítesis de esta historia; porque más o menos después de la estación  universidad; se puede observar ese vacío, esa diferencia; la estética de las casas es diferente, el orden en el que están ubicadas, una encima de la otra, no hay límites entre casa y casa, parece la obra de cualquier ingeniero que hizo trampa en todos los exámenes; ahora estando en el norte, el panorama es diferente, ahora ves ropa extendida en las fachadas de casas que no tienen derecho a llamarse casas; más bien, parecen unos armatodo, un juego de legos tamaño gigante, un atacaso artístico  que no se hizo por arte, sino por necesidad.

Casas de cartón,  madera, barro, cualquier cosa que encaje en el hueco que falta por tapar, esto  va más allá de jugar tetris, esto se debe hacer perfecto, no quiero que una tormenta me derrumbe el castillo que he construido entre la basura, es lo más parecido a la historia de los tres cerditos, con la salvedad de que el papel del lobo lo cumple la ingrata vida, que soplará y soplará hasta derrumbar tu castillito de arena, tu avión de papel, tu manualidad, tu trabajo del colegio que utilizas como vivienda, porque yo rebusco mis columnas y mis paredes entre la basura de los demás, la palabra adobe y cemento no existe, es una utopía, algo imaginario como las calles de Macondo, y eso que esto es de los más organizados, de los hacen algo más que sólo respirar, construir  una casa de cartón es tener un convicción arrolladora cuando ya no se tiene nada más, esto lo hacen  los que día a día se proponen una meta, sobrevivir, ver el sol salir una vez más, poder respirar el aire tibio e impregnado por esa esencia que sólo el rio Medellín puede darle, esa esencia que va en decadencia, esa esencia que sabes que la noche de hoy es algo incierto, que cada minuto que pasa es un regalo de la vida, porque no tienes nada por  lo cual vivir, por lo cual levantarte y seguir, simplemente, eres como un carro sin gasolina, un carro desvalijado por la vida, por los años, por las malas experiencias, por los malos ratos.

También hay otros que llenan  su carro con la gasolina equivocada, con la que en vez de llevarlo hacia adelante, lo retrasa, un combustible hecho para ir hacia atrás, para devolver los pasos, es como si te pusieras los zapatos al revés, las drogas  llenan momentáneamente un vacío que cada vez se hace más grande, te daña la cordura, no razonas correctamente, simplemente quieres más y más, quieres seguir vagando por las hermosas y coloridas calles de Medellín, aspirando una bolsa, o con una jeringa en la mano, un aspecto desagradable y mal oliente, unas vestiduras rasgadas por las garras de ese lobo que al fin sí pudo derrumbar tu casa, y te devoró totalmente, eres los sobrados de lo que dejaron, el arroz que nunca se comió, el borde de la pizza que a muchos no les gusta, eres esa servilleta que se bota después de haberse comido la empanada, eres como un zombi, un muerto que camina por inercia  buscando una cómoda cera para dormir, allí no cobran cover, las mujeres entran gratis, te puedes ubicar en palcos si quieres, un lugar diseñado  para lo que usted quiera consumir, es un tipo de barra libre en el que usted es el bartender, el cliente, y el que cierra el local, te mantienes en una fiesta que sólo dura unos minutos, pero que te dejará una resaca para toda la vida.

martes, 1 de mayo de 2018

Vida Parte II


Vida; para unos es la bendición de Dios nuestro señor, para otros es una tortura, un sufrimiento. Un dolor de cabeza como el que le da a las mujeres en el juego previo, con la excepción de que este sí duele, este te empaña las mañanas y te convierte las noches en pasillos oscuros y desolados, noches en las que tu única compañía es tu misma sombra reflejada por la luz de la luna, con la salvedad de que ésta no es de queso.

Sin lugar a dudas, la vida tiene dos caras, está la blanca y está la negra, cazas o eres cazado, hay días en los que triunfas y sales radiante de tu casa, los choferes te miran, los albañiles te echan esos piropazos que sólo ellos saben decir, los manes te observan y hasta las mujeres también; como también hay ocasiones en las que empiezas el día con 7% de batería en el celular, llegas tarde a clase, a las tres horas te das cuenta de que tenías la camiseta al revés, te queda la sombra blanca de la crema dental alrededor de la boca; justo antes de terminar la clase, el profe recoge el trabajo, el cual sí hiciste, pero se te quedó en la casa, para que le dé más rabia y le arda mijo.

Si las leyes de Newton ya están establecidas, aprobadas y reafirmadas, apréndase esta ley de la maestra vida, que esta sí que ha enseñado cosas a punta de ensayo y error;  el día en el que salgas feo y horrible, ese día te encontrarás a todo el mundo”, es verídico, está más que comprobado por cada uno de nosotros; pueden ser las 5 de la mañana o las 11 de la noche, puede ser que antes de salir te asomaste por la ventana para ver que no haya nadie por ahí, y apenas abres la puerta, te reciben todas tus parejas, ex parejas, futuras parejas, posibles pretendientes, algunos sospechosos, “fletes”, amores frustrados, amores platónicos, la profesora sexy del colegio, el profesor guapo de la universidad, la chica de la papelería del bloque 6; te reciben todos, pero absolutamente todos aquellos que ni bien presentados nos atreveríamos a hablarles, aparecen como por arte de magia,—estás lindo— no los ves, —vas por un paquete de arepas a la tienda, en chanclas y recién levantado — puff, todos aparecen, así de simple, así de sencillo.

No quiero decir que la vida sea mala, pero a mi parecer, es una interesada, una ingrata, que si nos suceden cosas malas, es culpa nuestra, fue nuestro error, pero si nos pasa algo bueno, es gracias a ella, eso es casi que tener una novia, estamos casados con la vida, no somos felices con ella, pero no la queremos perder, a veces sentimos ese deseo de terminar con todo, de que esta relación se vaya a la mierda, — vida mi amor, es que no eres tú, soy yo— yo soy el que quiere terminar con esto, ya no aguanto más, ya no me tocas, ya no me abrazas; ¿acaso tienes a otro? Seguro es eso, hay otro al que le estás dando toda mi buena suerte, todo mi esfuerzo, no importa lo que haga, todo termina mal.

Ese es el lio que todos sentimos o hemos sentido alguna vez en la vida, la decepción porque no vemos una respuesta equitativa entre el esfuerzo y la recompensa, por eso mi posición ante la vida es un poco pesimista, porque ya no sé qué más esperar; yo soy el que siempre saca 2.9; al que se le cae la arepa por el lado de la mantequilla; llueve cada vez que me pongo mochos; soy al que quieren mucho, pero como amigo; por eso yo apoyo con violencia la noción de que “la vida está llena de cosas buenas que le pasan a los demás”, como dice uno de mis comediantes favoritos, Ricardo Quevedo, y no solo es él, digamos que Deadpool piensa algo similar a nosotros, y por nosotros me refiero a Ricardo y yo, “La vida es una serie interminable de desastres con breves comerciales de felicidad” dice el súper pero nunca héroe, Wide Wilson, el chistoso asesino de traje rojo, con pantalones ajustados, muy ajustados.

También están los lambones que defienden a la vida y se ponen de lado de ella, ellos dicen  que la vida es dependiendo de cómo uno la mire, pero si ella te obliga a que la mires con odio, con rabia, por favor mírala así, sedúcela así, odio con odio se cancela, menos con menos da un más como resultado, y eso que decían que las clases de matemáticas no me iban servir para nada, pero por favor, y escúchame bien, si no se lo merece; no trates a la vida como a una señorita; no la llames; no le des cerveza; no la mimes; no le coquetees; porque a la final, ella no te va a abrir las piernas.

domingo, 22 de abril de 2018

Mi buzo del colegio



Cada fin de semana como ya es habitual, mis hermanas dejan la ropa limpia de todo el mundo en un viejo sofá cama que  supuestamente era mío, pero nunca lo usé ni para sentarme, ni para dormir. La propiedad mía sobre ese sofá era netamente simbólica, era algo de consolación, —tranquilo mijo que eso es suyo, yo  lo compré para usted solito — eso siempre me decía mi mamá cada vez que ella me veía confundido sobre la influencia de ese viejo sofá azul en mí, yo no sabía cómo jugar con él, era muy pesado, aunque cada vez que jugaba lucha libre con las almohadas, y no con cualquier almohada, con las almohadas más grandes y peligrosas de mi casa, eran súper “aletosas”, les gustaba buscar pleito por cualquier cosa, uno no las podía ni mirar porque ya las tenía encima — qué pasó “pirobo”, ¿se le perdió uno igualito? ¿Quiere que lo ponga a dormir? — Jajajajaja un chiste que tenía preparado, pero en serio, eran almohadas muy groseras, y yo siempre me daba los puños con ellas, y siempre nos retábamos en el mismo punto, en el sofá cama azul, ahí nos encontrábamos, pero los vecinos siempre llamaban a la policía y nos tocaba abrirnos si no queríamos terminar en algún CAI; eran buenos tiempos, pero ya pasaron, la cosa es que, lo que era mi antiguo ring de pelea, ahora es el punto de entrega de la ropa limpia de todos los que habitan esta casa, y yo siempre procuro ir por lo mío lo más pronto posible, es mi ropa y además de eso, está limpia; calientica; tostada por el sol; con la figura del gancho aún marcada; una obra de arte terminada, que está a la espera de ser colgada en alguna de las paredes de mi museo personal.

Dejar ropa limpia tirada en un sillón, cuando hay niños jugando, corriendo y sucios, es como dejar la puerta abierta de un baño recién lavado en una habitación llena de borrachos, uno sabe que cualquier cosa puede pasar, por eso siempre me afano para ir por lo mío y llevármelo para mi pieza, allá están seguras con papi, papi las quiere, papi las cuida. Bueno, el punto es que estaba relajadito en mi pieza, doblando la ropa  y ubicándola en los cajones y en los ganchos, y cuando iba a guardar la primera tanda, vi un logo de color azul, me parecía familiar, pero se veía a medias, la otra ropa  me lo estaba tapando, así que corrí los ganchos hacia ambos lados, izquierda y derecha, y dejé ese logo azul justo en la mitad; era el buzo del colegio, hace tempos no lo veía, es más, ni sabía que aún existía, es una reliquia, “ El precio de la historia” me ofrecería una millonada por semejante prenda, no por lo vieja, porque si vamos a esos términos el buzo no lleva más de 5 años de existencia, sino por los momentos que viví con ese buzo puesto, o amarrado a mi espalda, solía colgármelo ahí cuando hacía mucho calor.

Creo que el lápiz que usó  Shakespeare no valía por su antigüedad, sino por lo que hicieron con él, por las ideas que William plasmó con ese lápiz, pudo haber estado nuevo, recién comprado en la papelería, pero si yo compro un lápiz, e inmediatamente escribo Romeo y Julieta o Hamlet, ese lápiz tiene que valer lo mismo que vale un apartamento en el poblado, bien ubicado y con buena  vista a la ciudad. Por eso ese buzo vale tanto para mí, son tantos recuerdos; tantas risas; tantos partidos; tantos actos cívicos; tantos parciales; tantas cosas que representan mi pasado y que aún hacen eco en mi presente, y lo más probable es que repercuten en mi futuro.

Inmediatamente lo saqué del gancho y me lo puse, ya me queda algo pequeño, ya he crecido bastante a comparación de como estaba antes. Cómo olvidar  mi último año en el colegio, 11-A éramos nosotros, la “araganía”, la tierrita que se trabajó en noveno y en décimo que vino a dar frutos en 11, para mí el mejor grupo, la mejor promoción — sé que todos dicen eso —  pero en serio, éramos el más parchado, ninguno se comparaba; las farras; los partidos; las clases; los roces con gente de otros grupos; si algo malo ocurría, alguno de 11-A tenía que estar involucrado, no digo que eso sea motivo para uno sentirse orgulloso, pero uno se tiene que hacer recordar por alguna cosa.

Ese salón era  una mezcla de diferentes personalidades, obviamente como en todo grupo, están los inteligentes, habían unos que se “agrandaban” con las tareas y no las pasaban, pero eso se solucionó cuando un pana mío se empezó a robar a una de las clasificadas y reafirmada en su posición como “inteligente”, desde ahí empezamos a recibir todo tipo de tareas, fresquecitas, recién sacadas del horno, se les podía ver el grafito aún brillar en el papel, las marcas de los borrones, todo estaba “melo”  y resuelto por ese lado. Gracias al personero, que era uno del combito, y al representante de grupo que también era miembro fundamental del comité de ocio; podíamos faltar a clase; sonaban la música que nosotros queríamos en los descansos; éramos reconocidos en la jornada de la mañana, que aunque eran muy niñas todavía, valía la pena el “canazo”, aunque ni tan “canazo” porque yo cuando eso era un niño también, tenía derecho, es más, estaba en la obligación de hacerlo jajajajaja.

En ese año pude concretar  algo con la que hoy por hoy es mi novia, aunque ella y yo ya éramos buenos amigos desde el año pasado, pero en el 2014, dimos un paso al frente, avanzamos y le dimos inicio a algo que nunca terminó, y que hoy está más fuerte que nunca, pero antes de ella hubo muchas más,  y eso que yo era el de menos. “El que anda entre la miel algo se le pega”, y yo andaba con los que eran, mis maestros, los propios pussy lovers, ante la ausencia de mi padre, ellos estuvieron ahí, y al yo ser el menor de todo el combo; ellos me enseñaron a beber; a conquistar; me enseñaron a enfrentar los problemas; problemas de calle, familiares y sentimentales; nos cuidábamos mutuamente, si alguno tenía un problema, todos estábamos incluidos en él, aunque la verdad yo siempre fui el más tranquilo del grupo, el que primero buscaba el dialogo que una botella, ellos sí eran más bravos — ¿entonces qué? Lo que es con el parcero es conmigo — ese era el decir de muchos sin importar quién fuera el implicado, así fuera el más grande o el más pequeño, se repetía la misma frase, yo nunca la dije, pero en los momentos que había que meter mano se metía, este combo no está fácil y nunca se ha dejado; manteníamos juntos pa’ arriba y pa’ abajo; siempre  en una caravana de unas 4 o 5 motos, dando vueltas por todos lados, con garrafas en las manos, cajas de cerveza, en busca de  un lugar para parchar, para pasar la noche de hoy.  

Algunos nos llamaban  “visajosos”, pero la verdad yo nunca lo vi de esa forma, éramos más bien selectivos, no hablábamos con cualquiera, y tampoco dejábamos que cualquiera nos hablara a nosotros; siempre fuimos reales entre nosotros mismos, sí, hubo malos ratos, momentos en los que ellos fallaron y seguro yo habré fallado también; pero siempre estuvimos ahí; para prestar plata; prestar la casa por si alguno la necesitaba; regalar condones; servir un plato de comida; darle posada a alguno; siempre nos tendíamos la mano y por eso hasta el son de hoy seguimos firmes, obvio somos más poquitos porque muchos se han alejado, pero los que verdaderamente valieron, valen y valdrán la pena, aún siguen ahí, y están plasmados en este buzo, un buzo que en el folleto se veía muy bacano y ya cuando nos lo llevaron era mera “gonorrea”. Sí, ese mismo buzo que mi mamá me hizo escribirle por la parte de atrás mi nombre que dizque porque me lo robaban, o lo cambiaban por otro más feo, ese mismo buzo que era la oportunidad y la excusa perfecta para salir del aburrido uniforme, de la camisa por dentro, ese era nuestro mejor look, nuestro último grito de la moda, aunque en esta ocasión no fue un grito exactamente, fue una risa, porque eso fue 11-A, fue un parche lleno de humo, lleno de licor, lleno de amor, lleno de parcería, y lleno de mucha "araganía".


domingo, 8 de abril de 2018

Finca

       -Cucho, ahí le dejo el almuerzo, pero coma rápido porque ya nos están esperando, y vea que mi primo ya me está llamando ¡muévalo muévalo muévalo!

-Relájelo que todavía falta, le dije a mi amigo. Así que me di a la tarea, comí y me cepillé lo más rápido que pude, llegaron con el bafle y nos empezaron a silbar desde la calle, ya es la hora de salida. Cojo mis gafas; me miro en el espejo para corregir imperfecciones y salir bien melos para la finca; cierro las ventanas por si las moscas; uno no sabe lo que pueda pasar; cierro la puerta y salgo a reunirme con todos.

Bajamos hasta el coliseo, allá estaba la chiva, el carruaje, la nave, si Colón llegó a América en la niña, nosotros llegamos en chiva en busca de nuevas experiencias y nuevas tierras por conquistar, pero yo no, la tierra que siempre quise conquistar ahora tiene una bandera con mi cara, ondeando en el pico más alto. Definitivamente vamos melos por todos los lados, armados y peligrosos, guaro todo el que usted quiera, comida toda la que usted quiera, y otros dulcecitos que no quiero mencionar para guardar la cordura y la decencia en este escrito. Además de eso, iban mis amigos, mi familia, mis panas del colegio, y mi novia, la tierra de la que les hablé.

Llegamos, nos ubicamos, le hicimos el respectivo análisis lingüístico  a la finca, miramos la piscina, y en cuestión de media hora, ya estábamos todos mojados, sirviendo guaro y tirándonos del tobogán, ahh verdad, había tobogán, una chimba de tobogán, del cual todos nos tiramos haciendo diferentes poses; pelando el culo, haciendo paraditas de Smackdown; dando vueltas; habían unos más atrevidos y osados, que primero tiraban la roba interior por el tobogán,  y ya luego se ponían de pie y se tiraban desnudos.

Todo era risas, chistes, bromas, guaros dobles, chimbas de canciones, todos con sus parejas araganeando en las piezas; a veces mientras el bafle se demoraba en pasar de una canción a otra, se escuchaba el dulce sonido del amor al fondo, simplemente nos reíamos y seguíamos en lo nuestro, bailando, comiendo, preparando la comida, nos comíamos, todo fue una cadena alimenticia en la que yo era una pequeña gacelita, y mi novia la fiera que siempre me devoraba por las sabanas de la Pintada.

Terminó la noche y llegó la dulce y tierna mañana, y con ella, el guayabo, la resaca, el dolor de cabeza que no te permite comer nada en absoluto, excepto una cosa, mi novia, y más guaro, aunque el almuerzo sí me lo comí, era un sancocho muy rico, y ustedes saben que uno en ese estado, el caldo es como agua para el sediento.

Seguimos en la fiesta hasta la tarde noche, sacándole todo el jugo a esa finca —esperen yo me pego la última mojadita, el ultimo chapuzón y ya luego me cambio— La chiva llegó pitando en la portería, el carruaje ya había llegado por la alta realeza. Nos organizamos y empacamos todo, aunque casi no encuentro mi billetera, monté las maletas al carro, cogí la garrafa, me puse mis gafas para pilotear el viaje, y me paré 5 minuticos en la entrada de la finca, nos miramos mutuamente, era como escuchar todo de cabeza de Kaleth morales, era la hora de irnos, de alejarnos, aquí se quedarán momentos hermosos, momentos con mis amigos, con mi novia, aquí se quedarán nuestras energías, pero tú, querida y hermosa finca, te vendrán con nosotros, en nuestros corazones, en nuestras memorias, harás parte de nosotros, como nosotros de ti, muchas gracias y seguro, nos veremos pronto.

lunes, 19 de marzo de 2018

¿La verdad o se atreve?


Antes de hacer esta difícil pregunta, hay un largo proceso que desencadena una seguidilla de eventos los cuales empiezan desde el lunes en la mañana, y se va desarrollando día tras día, clase tras clase, cada almuerzo, cada hueco que la pasamos juntos, hasta que se llega el jueves a las 5:45 Pm, iríamos más temprano pero la profe siempre nos deja hasta esa hora, es que así  no tuviera nada más que decir, si por ella fuera nos dejaría ahí, sentados como unas güevas esperando a que se llega la hora cero.

Salimos de clase, no importa si ya quedamos o no, si lo hemos hablado o no, todos tienen claro que antes del encuentro real hay un primer draft que se hace a las afueras del bloque 9, allí nos miramos las caras, observamos quiénes están firmes, quiénes desertarán, quiénes sacarán una excusa, hasta que después alguien dice lo que  estamos pensando todos pero nadie se anima a decir, —¿Prove o qué?— una sonrisa grupal es la confirmación de la presencia de cada uno en esa importante reunión que hacemos en la guayaba, ahh se me olvidaba, cuando decimos “prove” es para referirnos a la localidad, a la zona, es algo un poco más simbólico, para no olvidarnos de los inicios, porque ya trasladamos el juego de sede, ha significado un gran cambio, así como van cambiando los participantes, quedamos pocos de los que empezamos con esta técnica milenaria en el 2015, cuando nos ensuciábamos el culo de tierra por estar sentados ahí, a las afueras del prove.

Desde que nos paramos en la Nutibara, ya empezamos  a divisar las mesas libres, preferiblemente en las esquinas, para los fumadores y para el vientecito, pero antes de eso, primero debemos arriesgar nuestra vida cruzando esa bendita calle, los putos carros que van lento obligándonos a quedarnos ahí, esperando a que pasen, y a la misma vez le da tiempo para que los otros lo alcancen y ahí sí se haga imposible el paso, es un acto de amor por el licor lo que hacemos cruzando esa vía cada tarde.

Entramos al bar y de una vamos a la barra a empezar a comprar pola sin perder tiempo, antes de que sean las 7, ya a esa hora las cosas son a otro precio—literal—, nos sentamos en una gran mesa redonda, los bolsos  amontonados en el vértice del gran circulo, no pasan ni 10 minutos, cuando ya ves como la vieja que está al frente se para y se besa con la que está tres puestos más adelante, ahí ya sabemos que la candela empezó, que oficialmente se han inaugurado los juegos del hambre, digo del hambre porque muchos aprovechan y toman el juego como excusa para expresar sentimientos reprimidos, odios, ganas, sobre todo ganas y más ganas.

La ronda sigue continuando, escuchas los retos que le ponen a los demás, y te quedas pensando y dudando sobre tu creatividad, cómo es que a ella se le ocurren tantas preguntas, cada una peor que la anterior, yo me tardaría toda una eternidad para poner un reto, y eso que sería una estupidez. También es inevitable no ponerse en el lugar del otro, tomas una decisión mental, te apropias del juego, como si el reto que le pusieron a él o a ella, fuera tuyo.

En este juego nunca se sabe nada, a veces puedes tocar la gloria y acariciarla con tus manos, como también puedes caer en lo más bajo, enfangarte en el lodo, y ojo, no te confíes, aquí nunca se sale bien librado, el exceso de gloria es el presagio de una muerte segura, de un comedero de mierda ni el hijueputa, debes dejar todo lo que creías y hacías y hacer algo totalmente nuevo, algo que obvio te pone en una situación incómoda, y a los demás les fascina ver eso, ver la sangre correr.

¿Atreverse? Eso es de varones mijo, nunca se sabe lo que se viene, un balazo, una rosa, no se sabe, la intriga te mata, te tomas un polazo antes de escuchar la buena nueva, antes de la propuesta indecente, antes de que todos pongan en duda tu valentía. Uno está tranquilo, esperando a que la ronda avance, cuando de repente, uno escucha al fondo, una voz débil, temerosa, angustiada, — me atrevo— todos lo miran sorprendidos, y otros con rabia, este hijueputa se atrevió, ahora al que sigue le toca atreverse también para no dañar el orden; es como cuando te vas a bajar del bus,  y la persona que está delante suyo, antes de bajarse  da las gracias al chofer,  y a usted también le toca dar las gracias así no quiera para no quedar como un mal educado, usted no va a ser el de menos, no no no; así tal cual es esto, las decisiones de los demás te condicionan o te obligan a hacer cosas que no quieres, y para eso hemos venido hoy, para hacer cosas que no solemos hacer normalmente, “supuestas” situaciones hipotéticas  que nos ponen bajo  mucho estrés, a sudar frío, y a pesar de eso, venimos aquí voluntariamente, no hay necesidad de que nos inviten, es más, nosotros invitamos a gente nueva para que se nos unan, para que mueran con nosotros.

Si estás aquí sentado, tienes que aceptar términos y condiciones, acójase a las reglas y participe, y nada se te será negado querido hijo mío. Poco a poco ves cómo los demás actúan, cómo reaccionan, sus caras, unos lo disfrutan y le sacan más segundos de los que deberían a cada beso, otros muestran desagrado, fastidio. Escuchas preguntas en las que sinceramente no sabes qué responder, ¿la plata o la vida?, ¿su papá o su mamá? ¿el peor de los buenos, o el mejor de los malos?, preguntas que ni en un parcial aparecen, entonces te pones en esa búsqueda de información, analizar pros y contras de cada respuesta, miras la manera de cómo salvar tu imagen con tan sólo decir un numero o un “sí” o un “no”, aunque de una vez te digo, si tienes complejos sexuales, mejor vete para otra mesa, o absténgase de jugar, porque lo que se te vendrá encima son un montón de miradas curiosas, personas que te quieren buscar la caída; el error; la falla; la tuerca que no encaja bien; cada moviendo que hagas, cualquier gesto que apoye la hipótesis que ellos creen tener sobre ti—Ehh ¿será que le gustan los manes, o será lesbiana?— pero está linda, o aquel man es pintica, me cae bien, esos análisis lingüísticos que haces para intuir una posible respuesta, y adivinar cuándo una persona está mintiendo y cuándo dice la verdad.

Te aseguro que todo lo que se vive aquí, no es malo, te vas a reír demasiado, y además de eso, llegarán momentos buenos, besos que deseabas desde antes de comenzar el juego,  uno se siente halagado cuando una mujer o un hombre te escoge a ti para hacer algo, o sea, eres atractivo para ambos géneros, no mires el vaso medio vacío, ponte feliz, eres una opción para todo el mundo, así que relájate; más bien, vaya a la barra y traiga otra pola que ya faltan 5 para las 7, o si se va a demorar más, entonces présteme 500 pesos que yo luego se los pago; y váyase preparando psicológicamente porque ya llegó su turno, entonces qué dices ¿la verdad o se atreve?

sábado, 10 de marzo de 2018

Mi cumpleaños


Hace tiempos no me sentía tan extraño, tan observado, ser el foco de atención, al que todos buscan y quieren saludar apenas llegan a la fiesta, porque claro, el que llega  a casa ajena tiene que entrar saludando, pero en este caso, no estoy en mi casa, o bueno sí; la discoteca; las luces; el humo; el bajo retumbando; las mujeres bailando, todo eso hace parte de mí casi en la misma medida como el fútbol; como mi camiseta de Nacional; como los idiomas; como todo aquello que me gusta hacer, y que me desespero sino lo hago.

 Ahora bien, todos están aquí por mí, yo soy el motivo por el que están tan bien vestidos, llenos de expectativas, perfumados y lejos de casa. Mi nacimiento, mi paso más cercano a mi muerte, mi vejez que se acerca con pasos de una juventud y una locura incontrolable, hoy es mi día, o más bien, esta es mi noche, y seguro que lo fue, de antemano quiero agradecer a todos aquellos que se tomaron unos minutos para felicitarme, cada vez son menos los que se acuerdan de tu cumpleaños, las publicaciones en Facebook van disminuyendo a medida que pasan los años, aunque eso no importa, lo importante aquí es que los adecuados se acordaron y eso es más que suficiente.

No hace falta un regalo, tampoco plata, si eres pana mío, con tu presencia me basta, y si eres mi amiga, sólo pon tus nalgas readys para el bailoteo, sobeteo, ajetreo y todo aquello que tenga las letras “eo” al final. Estamos reunidos hoy, aquí, para darle la bienvenida a una nueva etapa en mi vida, ya estoy en el segundo piso como suelen llamar algunos a cualquier edad que empiece por veinte; en lo personal, creo que es sexy tener veinte años, te sientes más grande, más malote, es como si tuvieras un tatuaje en la cara y un cigarrillo en la boca cuando dices que tienes veinte años. Brindemos por eso, démosle inicio a esta fiesta con un guaro, con un abrazo, con un apretón de manos.

Esta es mi noche y ustedes harán parte de ella, mis amigos, mis panas, los panas de mis panas, la nena que me gusta, ahh, y mi ex. ¿Por qué reúnes a tu ex y a la chica con la que estás charlando en una misma mesa?, no sé, de pronto me gusta la adrenalina, esa ha sido la hazaña más grande que he hecho en toda vida, eso en Jackass está prohibido, mi “Respect” subió 10%. Creo que ya con esto homologué varias materias en la universidad y me graduaré con honores, con la cintilla de capitán. Mi nombre quedará impreso en la historia de la humanidad, ¿Chuck Norris? ¿Sylvester Stallone? ¿Bruce Willis? Noooo papito, Duban con b, ese es el nuevo héroe, el nuevo personaje de acción, Vean Diesel sería mi pasajero, Messi me limpiaría los guayos, Amaranta Hank querría algo serio conmigo, es más, yo sería el único blanco con el que Kim Kardashian se metería. Marqué un hito en la historia, mezclé el agua y el aceite, el ron con el guaro, la gasolina con el fuego, hice lo que muchos han intentado hacer, pero no están aquí para contarlo, yo hablaré en nombre de todos aquellos que  sucumbieron en el camino; si quieres conseguirlo todo, debes arriesgarlo todo, just do it, no pain no gain man, los grandes han escrito una pequeña parte de nuestra historia, pero yo escribí una página completa.

Aunque no lo creas, este no fue un encuentro fortuito, yo conspiré para que se diera, suena ridículo e idiota, es como indicarle al ladrón dónde pegar la puñalada para que te duela más. Mientras se celebraba por vigésima vez mi nacimiento, yo estaba preparando mi muerte, mi deceso, nacer y morir en la misma fecha, qué épico.

Yo ya sabía que ella vendría, me escribía por WhatsApp, y  me decía por dónde iba y lo que estaba haciendo, me relajé y esperé a que pasara el tiempo, cuando de repente, se llegó la hora, ella ya estaba al frente del bar, yo no lo podía creer, mi ex estaba a punto de verme con la que estoy charlando y ella estaba a punto de ver a mi ex, le digo a mi mejor amiga la cacorra, que me ayude, que no me deje morir solo y mucho menos hoy, voy a la barra, compro el guaro, me mata el desespero, la bartender se demora eternidades sacando esa botella, mientras veo pasar por mi lado a mi amiga con la importante misión de entrar a la leona a la jaula junto con la tigresa, y yo, un pobre cervatillo que lo único que quiere es comer pasto hasta que llegue el fin de sus días. Intento llegar más rápido que ellas y me uno con el grupo y sirvo el guaro, cuando la veo a ella acercarse, cada paso que daba sentía que me  temblaba el mundo, se me  dilataron las pupilas, se me aceleró el corazón, es como si tuviera un tarro de Popper pegado a la nariz, las manos me empezaban a sudar, las canciones se hacían eternas, es como si el tiempo se hubiera detenido con el único fin de que ellas dos se encuentren, inmediatamente abrazo a mi pre-novia y la volteo para que no vea  semejante pasarela, ella estaba hermosa, radiante como siempre.

Ella se ubicó justo al lado de la otra, se daban la espalda, era increíble ver esa imagen, a veces hasta se podían rosar, los nervios me dominaban, no sabía en dónde estar, en dónde meterme, no quería dejar a mi pre-novia sola, pero tampoco quería que mi ex me viera con ella porque me sentía como si le estuviera siendo infiel con mi casi novia jajajajaja, pero tuve que tomar una decisión, y estuve con la pre-novia, aunque  debo admitir que no dejaba de ver cómo aquella otra bailaba con los demás, cómo cantaba las canciones, la gente le coqueteaba, ellos no sabían que ella también venía conmigo, y pasó lo que se supone que debe pasar cuando hay una mujer bonita y sola en una discoteca, le caen.

Mi cuerpo estaba ahí, con la “oficial”, pero mi mente y mi corazón estaban a un metro de distancia, estaban puestos en otra mujer, miraba quién la sacaba a bailar y cómo bailaban, quién la cogía, miraba absolutamente todo. Ella sabía que mis ojos la perseguían, que sola no iba a estar, que yo no estaba con ella no porque no quisiera, sino porque no podía, y obvio iba a preferir verla así sea desde lejos, a que ella no estuviera allí. Ella no estuvo en la lista oficial de invitados, pero fue la invitada más especial, ella fue el archivo clasificado de la fiesta, la NN, la que nadie conoce, y no pueden conocer, sobre ella recayeron todas las miradas en un bar lleno de lesbianas y manes con ganas de araganear, y en caso de que ella hiciera algo que me diera rabia, no le podía reclamar, tenía que actuar como si no la conociera, como si ella hiciera parte de otro combo.

Pasaban las horas, hasta que se llegó la hora dejar a mi pre-novia en el taxi, esta parte de mi vida, esta pequeña parte, se llama felicidad, intenté llevarla lo más rápido posible para no dejar a mi otra baby sola a merced de la marea, la monté en el taxi, le di un beso de despedida y apenas vi que ese taxi arrancó, sentí que me había quitado una tonelada de encima. Volví rápido a la discoteca, y saqué a bailar a mi amorcito, bailamos como bailábamos antes, en los partys de colegio, por fin podía estar con ella con tranquilidad, aunque obvio ella estaba enojada, obvio no esperaba el mejor recibimiento con bombas y tambores, pero igual estaba ahí, para mí.
A los contados minutos me llega un mensaje al celular, era mi pre-novia, diciéndome que ya había llegado a la casa, me sentí tan contento, me sentí como Pablo cada vez que llegaba el cargamento sano y salvo a los Estados Unidos.

Ya luego, se terminó la fiesta, cogimos un taxi y nos fuimos para su casa, ella me tenía un regalito, el mejor regalo de todos, tenía un litro de guaro, el cual empecé a beber apenas llegamos, me tenía una carta y una camisilla de nacional, ella sabe lo que me gusta. Todo estaba oscuro, estaba perfecto, puse música para ambientar, canciones que le había dedicado o que me acordaban a ella, canciones que habían sido mi consuelo cuando ella no estaba, yo se las empezaba a cantar con mi voz  un poco enredada y ronca por todo lo había gritado, en medio de toda la pasión, de las ganas que nos genera estar juntos y estar a solas, al ritmo de la música, al ritmo del deseo, del licor, de los besos, empezamos a cerrar con broche de oro una noche que fue inolvidable, una noche que fue perfecta, esa amada noche que siempre tendrá un lugar especial en mis recuerdos, una noche en la quise que nunca saliera el sol, que nunca se terminara, esa fue, es y será mi noche, la noche de mi cumpleaños.  Feliz cumpleaños para mí.

domingo, 4 de marzo de 2018


Vida

Vida; para unos es la bendición de Dios nuestro señor, para otros es una tortura, un sufrimiento. Un dolor de cabeza como el que le da a las mujeres en el juego previo, con la excepción de que este sí duele, este te empaña las mañanas y te convierte las noches en pasillos oscuros y desolados, noches en las que tu única compañía es tu misma sombra reflejada por la luz de la luna, con la salvedad de que ésta no es de queso.

La vida es un camino impredecible, un camino que ahora que lo vemos, no es lo que pensábamos, no es lo que imaginábamos, no es lo que creíamos; son muy difícil andarlos, muy difícil de caminarlos, y a veces no se encuentra una salida. Pensábamos que la vida era distinta, cuando éramos pequeñitos creíamos que las cosas eran fáciles como ayer, pero todo cambia cuando tienes que afrontar la realidad que antes otros afrontaban por ti, ahora ya no hay un traído del niño Dios, ya no hay un ratón Pérez, simplemente ahora ya no hay nada.

Vivir o morir, ¿cuál es la diferencia?, si hay muchos que están muriendo en vida, muchos que sólo piensan en el día en el que la señora muerte vestida de negro, con un velo tan oscuro como el corazón de mi ex, los llame para que se unan a ella por toda la eternidad. También hay otros que sin tener nada, sin tener algo que les ayude a afirmar que efectivamente sí tienen una vida, son felices y agradecen porque pueden abrir los ojos y ver de nuevo la dura realidad.

Por eso creo firmemente que todo es cuestión de perspectiva, porque no todo es malo, disfruta los pequeños placeres de la vida, y si se te acaban, trabaja duro para que se repitan. Hay sonrisas que te alegran la existencia; caricias que te calientan el alma como el chocolate con quesito por las mañanas; procura siempre comerte el pegao’ de la natilla; acaricia siempre a tu mascota, y si no tienes, pues a algún perrito que veas por ahí en la calle; cómete el último trozo de Pizza que queda sobre la mesa; pide siempre la cerveza bien fría como el corazón de tu ex; ten mucho sexo; de vez en cuando fúmate un cigarrillo viendo las estrellas;  cómprate muchas cosas para ti; duerme hasta tarde; no te preocupes por la hora; procura hacer esto y muchas otras cosas más, haz lo que tengas que hacer, pero se feliz, vive cada momento  al máximo, porque vivir es duro; es difícil; es complicado; pero vida sola hay una y es un carnaval como dijo Celia, así que sal a la calle y reclama lo que te mereces, porque la vida es cruel, pero justa.

domingo, 25 de febrero de 2018

Ella, yo, y mi otro yo

Ella, yo, y mi otro yo

Con la mirada algo perdida, desenfocada, mirando a todos los rincones de mi habitación, intentando solucionar dudas que no me corresponde a mi responder, ahí es cuando entonces, toda mi atención, pero absolutamente toda mi atención se centra en una fotografía; es una foto mía de tal vez hace unos 14 o 15 años; una cara blanca; pálida; unos rulos divinos;estoy sosteniendo una bandera blanca que tiene una frase que ni se entiende. Me miro a mi mismo, y me doy cuenta de que todo lo que me está pasando en estos momentos, es mi culpa, yo soy el culpable de su frialdad y grosería, porque antes, y cuando me refiero a antes, me refiero a unos tres o cuatro años atrás cuando yo era el dueño de esos labios delicados y sexys que tanto me encantan, yo era dueño y heredero por ley del negocio de la familia. Yo era el dueño de sus rabietas, de sus momentos de lucidez, de sus pensamientos pervertidos que terminaban en unas fotos semidesnudas que me enviaba en la madrugada, porque desde que estaba con ella, el porno no me llenaba, yo la quería ver a ella modelando en la pantalla de mi celular.

En medio de ese silencio sepulcrante que hacía parecer que mis pensamientos tenían 100 de volumen, que de pronto podía despertar a alguien con mis ideas, siento que necesito depositar esas preguntas en alguien más, alguien que me regañe o me felicite por todo lo que he hecho, por todo lo que me ha pasado, busco unos oídos que me apacigüen esta intranquilidad, porque ya con mi opinión, siento que no es suficiente. Inconscientemente empiezo a hablar con esa fotografía, sentía que esos ojos me miraban, bueno, mis ojos me miraban como si quisieran saber qué me ocurría.

Simplemente le empiezo a contar todo lo que ha ocurrido, por todo lo que hemos pasado desde esa foto hasta aquí, han cambiado muchas cosas y empezaré por lo malo, las malas noticias llegan primero, aunque no es malo del todo, no te preocupes, digamos que es algo que no nos beneficia mucho.  Y la cosa es que, en el pasado cometí muchos errores, bueno cometimos, porque tú estás en esto también, yo soy tu versión del futuro, futuro que es ahora mismo. Y aunque somos la misma persona, somos muy diferentes, hemos cambiado mucho, quién diría que allí donde estás, con esa carita de agüevado, unos ojos color miel bastante tímidos que no miran más allá aunque se lo ordenasen, un chico bastante retraído, corto en palabras, silencioso, y que sólo mantenía detrás de un balón y con sus amigos, porque le daba miedo acercársele a las mujeres, ver una falda le causaba pavor, ellas eran el monstruo  que salía del armario; ¿qué pasó amiguito?, ¿qué pasó con ese niño que decía que había perdido la virginidad de labios con una prima de Medellín?, cuando aún practicaba mi primer beso con mi mano derecha— no era paja, se los juro— enserio practicaba y me besaba mi mano cada noche, fue una larga relación, que pronto la llevamos a la siguiente fase—ahí sí me hacía la paja— y se convirtió en mi mejor amiga, casi que en mi hobbie, pero ya eso es otro tema.

Pasamos de la soledad y timidez a tener más mujeres que años en la cédula, y eso que ya vamos para los 20, no sé si Nohemy nos daba algo raro en la bienestarina, pero el punto es que algo en nosotros cambió, y estoy seguro que no fue madurez, porque si hubiera sido eso, en estos momentos estaría con ella. Y no sólo cambiamos nuestra forma de ser, también cambiamos físicamente; ahora somos mucho más altos; un poquito más gruesos; más repuesticos jajaja; aunque me tienes que alentar más para ir a gym, se nos perdió la disciplina que teníamos antes; la barba sigue sin salir, tal parece que la mierda de gallina no es tan efectiva como decían, por favor, no te la eches. Seguiremos igual de ojerosos y vas a tener unas lindas cejas y unos labios muy provocativos, y no lo digo yo, te lo dirán ellas.

Con las mujeres te va a ir bien—menos con ella—aunque tendrás unos cuantos rechazos—el rechazo de ella—te conseguirás mujeres que ni en tus mejores sueños pensaste que te ibas a robar. Pero aquí viene lo malo,la parte aburrida. Y es que una cosa es que te vaya bien con las mujeres, y otra es que te vaya bien en el amor, y aquí es cuando empieza Cristo a padecer, porque claramente, no somos buenos cuando estamos con alguien, sino no estaríamos teniendo esta amena conversación.

Pero de qué me quejo, si siempre la cago, y te lo digo de una vez, cometerás muchos errores en el futuro pequeño Duban, mira te hablo de algunos, y empiezo diciéndote que no te le declararás a tu amiga del peñol que tanto te gustaba en séptimo grado, y lo peor es que luego ella te dirá que antes también le gustabas, no te lo dijo porque tú pequeño pedazo de idiota nunca le dijiste nada, y ella pensó que no sería correspondida.
En octavo grado llegarás a otro pueblo donde eso sí, conseguirás a los amigos que te acompañarán por el resto de tu vida, espero los cuides como lo hice yo, y espero que en el futuro el marica que vaya a ver una foto  mía con mi edad actual, aun conserve las mismas amistades que vos y yo hemos creado, de verdad valen la pena, a veces fallan, a veces fallarás tú, pero nunca se irán.

En 10° grado conocerás a tu primer amor, ella te va a quitar la virginidad, así que procura tratarla bien e ir a la casa de ella el día de su graduación, no importa que sea en la mañana, pero ve bien temprano, que ese día la tía de ella va a salir antes y por poco nos pilla, y tampoco quiero que te lleves una amarga sorpresa. En ese mismo año, te va a tocar en el mismo salón con la mujer que es el motivo por el cual te estoy hablando, te pongo al tanto de todo; se van a conocer; se van a hacer buenos amigos; hablarás un par de veces con ella; pero no tendrás mucha confianza; ella igual va a tener novio y en esos tiempos, no es por ofenderte querido amigo, pero no éramos muy lindos que digamos, y es que aun no lo somos, pero esa tipa está fuera de tu liga, así que ni lo intentes.

En el año de la prom, la mejor prom de todas—no importa que todos digan que la prom de ellos fue la mejor—, obviamente te estoy hablando del 2014, te vas cuadrar con una amiga de ella, lo cual va a hacer que un acercamiento entre los dos, sea imposible, sea no más una idea platónica, pero calma tigre, pronto te darás cuenta de que esa dama a la cual te cuadraste va a ser una perdida de tiempo, todo muy rico y muy grande, pero no sirve.

Pero las cosas van a cambiar drásticamente, ella va a conseguir novio, pero  no asara, él sólo estará de adorno, yo sé por qué te lo digo, y por favor, júrame que en el cumpleaños del negro la vas a obligar a que te de un beso, hazlo, no importa, por más que ella se rehúse, no le de miedo, creo que esa ha sido una de las decisiones más importantes que vas a tomar en tu vida, de esa cocina oscura, cambiarán muchas cosas que hasta te impedirán comerte una vieja a la que le tenías las ganas, de eso mejor ni te hablo, intenta superar eso; pero volviendo al tema, ten fe guerrero, ella te va a corresponder ese beso, y cómprate un chicle para que el aliento a guaro no mate la pasión del momento, ahh y te digo, te va a gustar mucho el licor, lo cual no me choca, pero bebe con cuidado, a Nohemy casi no le gusta.

Bueno, después de habértela besado, pensarás que fue una más, una de tantas, pero no, allí comenzará la historia de amor más trágica, tierna, amorosa y dolora de nuestra vida, pero aquí es cuando no debes hacer las cosas que yo hice. Marica, por favor, júreme que la va a tratar bien, sea detallista, delicado, tierno, no le vas a decir mentiras que ella igual en la mañana ya sabe lo que vas a hacer en la noche, no me preguntes cómo lo hace porque yo tampoco sé.

Ya hasta el son de hoy, las cosas no han cambiado mucho, tú sí has cambiado, ya estás grande, estás en la universidad, estás mejorando cada día,  tienes nuevos amigos, grandes amigos, y tranquilo que todavía conservarás a tus antiguos panas, y también la conservarás a ella. De esto podremos seguir hablando luego, ya está muy tarde, mejor me dormiré, tengo que madrugar, tú sigue  ahí descansando en la mesita de noche, que yo debo ir a la universidad, las mejores.


viernes, 16 de febrero de 2018

Exposiciones de trabajos de grado

Debo aceptar que es interesante, imposible que no lo fuera, y lo hacía más interesante aún saber que dentro de un año más o menos, yo soy el que debe estar ahí, parado al frente, y otra persona deberá estar criticando lo aburrido que fue o lo mal que lo hice. Pero aún falta tiempo para eso, así que mientras tanto, seguiré hablando con mis compañeros que me bombardean de lado y lado con vídeos, memes, cosas chistosas, mujeres y deportes. Dividíamos el tiempo, cinco minutos de charla y chats, y los otros cinco minutos opinábamos sobre la exposición, detallábamos a las expositoras, si eran bonitas, si exponían bien, y si el tema era interesante.

Definitivamente, una exposición demasiado larga, aburre y da pie al entretenimiento, a la charla y regocijo del público, a observar otras cosas que no son pertinentes durante el discurso. Para mi gusto personal, prefiero las exposiciones corticas y concisas, debes aprovechar que tienes la atención del público los primeros cinco o diez minutos de la presentación, ya que eres un expositor nuevo, y lo que vas a presentar es algo totalmente diferente a lo que expuso el ultimo grupo o la ultima persona, y eso es algo que crea expectativa en el público, esa curiosidad de saber qué es lo que sigue y si de verdad será interesante.


Había trabajos muy buenos, como también había unos muy aburridos que sólo eran de interés del investigador y eso que ni eso es seguro, puede que sólo lo hayan hecho para poderse graduar, pero no importa, lo importante aquí, es que estamos viendo en estos momentos,  un ejemplo claro de lo que tendremos que hacer en un futuro, debemos hacernos a la idea de que este proceso que iniciamos, ya está en su etapa final, y que debemos visualizarnos en nuestro trabajo grado, ese trabajo en el cual todos los estudiantes piensan cuando van a la inducción de primer semestre, ese trabajo que hace verdaderos sabios, y no es sólo hacerlo, es  visualizarnos también, exponiéndolo al frente de todos. 

viernes, 9 de febrero de 2018

Random knowledge

A veces nos sorprendemos cuando cierta persona tiene conocimientos sobre algo que usted nunca pensó que los tenía, ya sea porque nunca habló de ello, o porque en su forma de ser y de vestir, no arrojaba sospecha alguna sobre dicho gusto o práctica. Es raro como nosotros inmediatamente condicionamos el comportamiento de las personas dependiendo del lugar en el que las conocemos. Tal vez por eso  nos escandalizamos tanto cuando vemos a nuestro profesor sentado tomándose una cerveza, porque lo conocimos en un ambiente académico y por eso pensamos que todo lo que él hace, tiene que ver con educación, pero no es así, todos tenemos una vida, hay un “yo” para cada ámbito y cada faceta, por eso tengo en mi mente muchos saberes diferentes, unos saberes jerarquizados no sé bajo qué estándares o criterios, pero están ordenados uno tras del otro, encajados y acumulados en  mi memoria.  

Intento entender por qué recordamos cosas tan mínimas y a veces innecesarias, datos aleatorios que no sirven para nada y que no tienen relación alguna con lo que hacemos ni con lo que somos, cosas que ni sabemos por qué las sabemos, ni cómo llegaron a nuestra mente. Cómo es posible que podamos hablar horas y horas de un momento que duró sólo unos pocos minutos, y cómo es que se nos pasan grandes lapsos de tiempo sin darnos cuenta de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Por qué olvidamos lo que hicimos la semana pasada, pero recordamos con exactitud el día que nuestro equipo amado quedó campeón; cómo es que olvidamos lo que leímos para el parcial de hoy, pero nos acordamos de los 151 Pokémon que trae la primera generación; olvidamos los casos de factorización pero sabemos toda la nómina del equipo al que le hacemos fuerza. Es irónico y a veces hasta sarcástico sabernos canciones que ni nos gustan, pero aun así las cantamos al pie de la letra; es raro cuando coincidimos en algo con una persona totalmente diferente a nosotros, o más raro es todavía cuando el raro del salón nos invita a tomar unas cervezas, eso sí que es raro.

Nos sentimos decepcionados cuando nos enteramos sobre algo que no sabíamos sobre alguien que conocíamos hace varios años, por eso mismo, porque creemos conocer a las personas con sólo verlas repetidamente, pero en el mismo lugar. Suponemos su personalidad, pero no nos damos cuenta de que todos compartimos cosas en común en nuestras diferencias, que por más que yo use gorra, me vista de negro y escuche Rap, también me sé las canciones de RBD, me asusto con facilidad por las noches, y también lloré viendo  "En busca de la felicidad" de Will Smith. Porque eso es lo que somos, seres cambiantes, cambiamos constantemente, pero no sólo cambiamos en términos físicos, sino también cambiamos nuestra forma de pensar y ver el mundo, como es que ya pasamos de “Sólo sé que nada sé” Como dijo Platón, a no saber por qué sabemos tantas cosas, o a no saber por qué creemos saber tantas cosas.

Definitivamente el ser humano está compuesto por una diversidad de saberes, saberes que se acumulan dependiendo de las etapas por las que vayamos pasando; cuando nos cambiamos de ciudad; cuando renovamos nuestro circulo de amigos; cuando nos cambiamos de carrera; cuando superamos nuestra serie favorita; cuando cambiamos de gustos musicales, cualquier cosa que hagamos, que signifique un cambio, nos va a ligar a temas diferentes, a saberes distintos.


viernes, 2 de febrero de 2018

¿Cuál es la importancia que tiene el área de lengua castellana en los procesos de enseñanza y aprendizaje?

¿Importancia? Claro que la tiene, es más, hablar sólo de importancia sería menospreciar el trabajo de la lengua materna en el aprendizaje y la enseñanza del ser. La lengua materna, y en nuestro caso en particular el castellano, es la base de todo primer acercamiento al conocimiento, el vehículo a las primeras ideas que desarrollamos sobre todo lo que nos rodea; el mundo es lenguaje y a través de este lo interpretamos, lo comprendemos, y damos a conocer nuestra forma de ver y percibir las cosas, una forma de plasmar nuestra cultura, nuestro origen y lugar geográfico con tan sólo dar una opinión.

Está claro que, por nuestra forma de escribir y hablar, se puede deducir y sacar conclusiones sobre nuestra personalidad, valores, cualidades, y sobre nuestro nivel educativo. No estoy hablando de clases sociales, prejuicios o un acento en especial, me refiero al vocabulario utilizado, si en realidad es el adecuado para el tiempo y espacio en el que se encuentra, si es el adecuado para la gente que te está escuchando, la fluidez a la hora de hablar, la buena articulación y pronunciación de las palabras, y la idea desarrollada durante el discurso que también es parte fundamental a la hora de hacer un análisis lingüístico sobre una opinión en particular.

Por lo general, cuando vemos que alguien tiene una buena redacción o una ortografía excepcional, inmediatamente suponemos que esa persona lee con mucha frecuencia; lo mismo sucede cuando escuchamos la forma en la que se expresa una persona, si el individuo tiene conocimientos claros sobre el tema, o sobre muchos temas, los podrá articular sin ningún problema, no entrará en redundancias; en frases sin sentido; no habrá cabida para un error durante su discurso; porque claramente el conocimiento tiene relación directa con nuestro lenguaje, no hay nada que te llene de tanta confianza como hablar sobre algo que se sabe y que se tiene claro, creo que esa es la causa por la cual la mayoría de profesores, después de ver una temática o leer un documento, la forma de constatar de que sí se hizo efectiva la comprensión de lo trabajado en clase es, “cuénteme lo que entendió, pero en sus propias palabras”, porque cuando  de verdad se ha interiorizado algo, se puede hablar de ello con tranquilidad, lo podemos plasmar con nuestro vocabulario, podemos dejar de lado ese vocabulario científico y apropiarnos del tema.

El aprendizaje y la enseñanza tienen relación directa con el lenguaje, aprendemos y enseñamos a través del mismo, asimilar algo es, contar algo en palabras propias, es sólo eso. El lenguaje tiene relación directa con el conocimiento, mientras más yo sé, más yo puedo hablar. Por eso, últimamente se le ha dado ese rol al estudiante de hablar, se le ha dado ese espacio para que él se exprese, el uso de debates, exposiciones en clase, dejar a libre albedrío un suceso del cual se puede aprender,  es la manera más efectiva de demostrar la eficacia de una clase, es dejar que el estudiante me cuente lo que yo le acabé de enseñar. 

sábado, 27 de enero de 2018

Aprender y enseñar a escuchar
Escuchar. Creo que esa es una de las palabras que ha estado siempre presente a lo largo de toda mi vida, aunque no haya que hacer ningún esfuerzo físico, es una de las cosas que más me da dificultad hacer, nunca fui bueno escuchando, siempre necesité concentrarme en lo que me decían porque con frecuencia me distraía con cualquier cosa. Desde niño mostré problemas para quedarme callado, me daba dificultad seguir las reglas, siempre hablaba a destiempo, y cuando no me dejaban hablar, me tapaba los oídos replicando la madura y famosa frase “no te oigo no te oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado”, y así podía salvar en lo posible mi dignidad y quedar como todo un hombre, porque si yo no era escuchado, no me interesaría en absoluto escuchar al otro; simio no mata a simio, son las reglas de la calle.
 Como ya todos saben, yo ando para todos lados con un par de condones en mi billetera, una gorra puesta, y mis audífonos que cuelgan del cuello de mi camiseta, siento que no soy yo sino llevo alguna de estas tres cosas, me siento inseguro, y no lo digo por los condones precisamente, en realidad necesito mis audífonos, necesito escuchar música, me siento pleno, ver a la gente aburrida a plena hora pico, esas caras largas y cansadas, y yo con la música a todo volumen, es bueno ponerle sabor a la rutina, por lo menos así te la bailas, te la gozas, y la conviertes en una rutina diferente.

Por lo que hace la música en mi, creo que escuchar, pero saber escuchar, escuchar bien y con atención, puede hacer eco en el emisor como en el receptor, es placentero escuchar música mientras ves caer la lluvia, mientras ves pasar los carros, y ves como bajan las goteritas por el vidrio de la ventanilla de lo que sea que te esté transportando, es simplemente algo único, y no sólo se trata de la música; escuchar los problemas de un amigo, mientras se brinda con una buena cerveza, imaginarse en esa situación, opinar, hacer bromas de las malas situaciones, te ayuda a crecer como buen consejero, aprendes de las experiencias ajenas para que no te pase a ti, y seguro si alguna vez necesitas que esa persona te escuche, ella lo hará; simio no mata simio, son las reglas de la calle.

Da dificultad cuando se está escuchando algo que no te interesa, lentamente sientes cómo Morfeo te llama, te hace señas para que vayas con él, la voz de la persona que está hablando se empieza a distorsionar, sientes que te vas, que tus parpados pesan toneladas, que haces falta en otro lugar, pero no te duermes por respeto con la persona que está al frente, porque no es culpa de él, pero tampoco es culpa tuya, simplemente el tema del que se está hablando, no sirve como puente para conectar un emisor sediento de atención, y un receptor luchando por no dormirse.  


 Escuchar no sólo es estar en silencio, escuchar está en la mente, las personas saben cuando no estás prestando atención, saben cuando las estás ignorando, saben todo, pero conmigo es al contrario, cuando de verdad me envuelvo en la historia que me están contando, empiezo a hacer preguntas, a reírme, a hacer bromas, y al final doy mi veredicto, doy el “yo qué haría en esa situación”, doy mi apoyo o mi discrepancia si ese es el caso, aunque  casi no me gusta escuchar a los demás, pienso que con mis problemas es más que suficiente, a la gente le gusta hablar conmigo, no precisamente porque sea el mejor consejero, o sea muy bueno escuchando, sino porque aun sin prestar mucha atención, las hago reír, las hago sentir mejor, y eso vale más, así que lo importante aquí no es quién escucha a quién, simplemente escuchar.