A veces nos sorprendemos cuando cierta persona tiene conocimientos
sobre algo que usted nunca pensó que los tenía, ya sea porque nunca habló de
ello, o porque en su forma de ser y de vestir, no arrojaba sospecha alguna sobre
dicho gusto o práctica. Es raro como nosotros inmediatamente condicionamos el
comportamiento de las personas dependiendo del lugar en el que las conocemos. Tal
vez por eso nos escandalizamos tanto cuando vemos a nuestro profesor sentado
tomándose una cerveza, porque lo conocimos en un ambiente académico y por eso
pensamos que todo lo que él hace, tiene que ver con educación, pero no es así,
todos tenemos una vida, hay un “yo” para cada ámbito y cada faceta, por eso
tengo en mi mente muchos saberes diferentes, unos saberes jerarquizados no sé
bajo qué estándares o criterios, pero están ordenados uno tras del otro, encajados
y acumulados en mi memoria.
Intento entender por qué recordamos cosas tan mínimas
y a veces innecesarias, datos aleatorios que no sirven para nada y que no
tienen relación alguna con lo que hacemos ni con lo que somos, cosas que ni
sabemos por qué las sabemos, ni cómo llegaron a nuestra mente. Cómo es posible
que podamos hablar horas y horas de un momento que duró sólo unos pocos
minutos, y cómo es que se nos pasan grandes lapsos de tiempo sin darnos cuenta
de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Por qué olvidamos lo que hicimos la
semana pasada, pero recordamos con exactitud el día que nuestro equipo amado quedó
campeón; cómo es que olvidamos lo que leímos para el parcial de hoy, pero nos
acordamos de los 151 Pokémon que trae la primera generación; olvidamos los
casos de factorización pero sabemos toda la nómina del equipo al que le hacemos
fuerza. Es irónico y a veces hasta sarcástico sabernos canciones que ni nos
gustan, pero aun así las cantamos al pie de la letra; es raro cuando
coincidimos en algo con una persona totalmente diferente a nosotros, o más raro
es todavía cuando el raro del salón nos invita a tomar unas cervezas, eso sí
que es raro.
Nos sentimos decepcionados cuando nos enteramos sobre
algo que no sabíamos sobre alguien que conocíamos hace varios años, por eso mismo,
porque creemos conocer a las personas con sólo verlas repetidamente, pero en el
mismo lugar. Suponemos su personalidad, pero no nos damos cuenta de que todos compartimos cosas en común en nuestras diferencias, que por más que yo use gorra, me vista de negro y escuche Rap, también me sé las canciones de RBD, me asusto con facilidad por las noches, y también lloré viendo "En busca de la felicidad" de Will Smith. Porque eso es lo que somos, seres cambiantes, cambiamos constantemente, pero no sólo cambiamos en términos físicos, sino también cambiamos nuestra forma de pensar y ver el mundo, como es que ya pasamos de “Sólo
sé que nada sé” Como dijo Platón, a no saber por qué sabemos tantas cosas,
o a no saber por qué creemos saber tantas cosas.
Definitivamente el ser humano está compuesto por una
diversidad de saberes, saberes que se acumulan dependiendo de las etapas por
las que vayamos pasando; cuando nos cambiamos de ciudad; cuando renovamos nuestro
circulo de amigos; cuando nos cambiamos de carrera; cuando superamos nuestra
serie favorita; cuando cambiamos de gustos musicales, cualquier cosa que
hagamos, que signifique un cambio, nos va a ligar a temas diferentes, a saberes
distintos.
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